Para un urbanita todo son lineas rectas y organización, todo tiene que ser cuantijficado. A la naturaleza le gusta las formas redondeadas, a veces algo puntiagudo, se aleja de la línea recto. Las curvas de la naturaleza fluyen y se dejan llevar en los bosques y selvas.
En esta secuencia de imágenes plasmo esas curvas y volúmenes, algunas formas esperas, otras sensuales y otras punzantes. Cada foto me evoca un sentimiento o emoción. Son bombones fotográficos para ser degustados uno a uno.